Páginas

viernes, 22 de agosto de 2008

Anatomía de un espejo roto

Frente febril y marchita
cubista deformación de la mirada
si, de la mirada perdida en el vacío
fragmentada, a base de tantos golpes
tristes dentelladas de hielo
capas de cebolla que se pudren
en el interior del huracán.
Cicatrices abiertas en sangre
eléctricas ciudades de acero
energía que se pierde
en el hueco de las manos
caídas y cansadas de tanto esfuerzo.
Reflejo marmóreo de lo que no existe
en noches de azul cobalto
de sudor y frío en el torso
desnudo, volátil,
pájaro sin alas que camina
con el cuello partido
por la geografía de lo ignoto
inmenso desierto de arena
olvidado en el interior del reloj.
Superficie hermética
suspiro último al nacer
mesa volcada sobre la fuente
de la que brota la paranoia
gusano en la epidermis quemada
de las estrellas efímeras.
Pene flácido, como mis creencias,
huesos mojados por la lluvia
llanto del niño tras el ocaso
que no comprende, no,
porque le han medicado.
Anatomía de un espejo roto
sentimiento de culpa de un inválido
desestructuración involuntaria del puzzle
que esboza la silueta estrambótica
que lentamente se consume.

1 comentario:

David Campos dijo...

Así se habla, o se versa o se hace lo que a uno le de la gana pero con muy buen estilo.