Porque eres,
porque siempre estás a mi lado,
desafías al tiempo y acoges
los pequeños ritos de nuestra rutina
fervorosa y radiante.
Hermosa como ninguna cuando ríes,
sinfonías de felicidad instantánea,
carcajadas de colores que pintan
nuestros días de esperanza.
Porque no importa el pasado,
porque no importan los pasos que me trajeron
al cobijo de tu corazón alado,
eres como eres
tierna como ninguna cuando brotan
lágrimas perladas de tu mirada
delicada flor que deshoja su pena
lloviendo dulzura sobre la almohada.
Déjame romper el silencio que en ocasiones
distancia nuestras soledades por un abismo,
palabras no dichas, rencores mudos,
fríos esbozos, reflejos azules,
suspiros que ahogan los susurros.
Porque eres única en mi firmamento
tus manos emergen en la noche
apartando cualquier vestigio de locura
sensata y prudente cantas al viento
cantas al sol y a la lluvia
segura y descalza de miedos
libre por fin de cualquier atadura.
Y nadas en las corrientes del misterio
descubriendo inquieta tu desnudez
construyes un castillo de algodones
donde encerramos nuestra timidez.
Porque eres así, te quiero tal cual
bella ninfa perdida en la espesura,
ardo en deseos de que encuentres en mis brazos
la ruta que guíen tus labios a los míos,
para suavemente acabar mi discurso
con tus besos cerrándome la boca.