Dormido en la estación, ajado de
ausencia,
náufrago de desiertos y vapores
eléctricos,
desarmado y desnudo como tu nombre,
mendigo la semántica de tus caricias,
abro las puertas del recuerdo
una vez más,
sí, una vez más...
Colchón calado de tiempo perdido,
humo que se expande entre tu cabello,
arremolinado,
nubes cansadas de drogas y versos
que lanzo al aire
sedientas de lluvias y azucenas.
del trasfondo infértil de mis pasos.
Piélago de soledad amordazada,
sutil desmembramiento que consume
en hogueras de silencio nocturno
lo que quiero decirte con palabras,
pintando de negro las piedras del
camino,
llorando a gritos de dolor y rabia.