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miércoles, 17 de abril de 2013

ELLA.


Ella que pasa la vida huyendo de si misma y su pasado.
Ella cuya biografía es una carta sin remitente.
Ella que regala sonrisas y mendiga abrazos. 
Ella que sabe que siempre será diferente.

Ella que acuñó con sus besos la paz que los demás anhelaban
no encontró ni la paz ni el sosiego tras sus pupilas dilatadas.
Ella que deseaba limpiar su nombre y su culpa tras cada verso 
era mi niña y mi mujer, mi paz y mi desvelo.

Ella que cortaba con cuchillas la voz que ahogaba su pecho
Ella, soledad y saudade, solo se acercó en ocasiones a quien era.
Aún se busca en los rincones de puntillas
como si sus dedos fueran nubes en el cielo.

Ella que fue mi amor y mi faro
mi languida sonrisa al despertar
fue el cristal de mi retrato 
y la risa en el desván. 

Ella, que no se encuentra, 
la que sigue a la luna en su caminar, 
ella que es alumna y es maestra 
es la misma que se cansó de luchar. 

Ella, la actriz, la poeta, 
la sin nombre, la vocal...
Ella que me mira y que planea 
como beberme a ciegas en un portal.

Ella, la generosa, la dulce, la histerica, la dolorosa, la mujer que nunca fue,
sigue soñando con caminos de rosas,
cuando las lágrimas no apagan su sed.

Ella, que quiso desaparecer con una carta llorada
no supo como hacer para vencer
la crueldad que la atormentaba
ni la angustia que desprende ser.

1 comentario:

Paula dijo...

Ella quizá se cansa de ser dulce,
sin querer dañar a nadie cuando la rabia no le deja dormir
ni vivir a secas.
Ella quizás equivoca el ataque,
no es Ella quien lo merece.
Ella quizá se dé cuenta
y vuelva sin volver a mendigar,
sólo estando aquí, y ahora.
Yo quiero contar con Ella toda la vida.
Díselo, por favor, en cuanto puedas.