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lunes, 9 de noviembre de 2009

Es verdad que al final
siempre nos quedamos solos.
Tras las negras cortinas
sólo vacío, sólo silencio.
La muerte y su cruda soledad
son las que dan sentido a esta vida,
sin su amenaza constante
el placer sería incomprensible.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este poema me encanta
ya te lo dije y te lo vuelvo a decir,
muy bueno.
Jordi

Raúl Velasco Nikosia dijo...

Gracias Jordi!!!

Toy pochito con todo esto del tabaco así que no me extiendo mas...

Un abrazo!!