Si llorar abriera puertas
lloraría con desgarro
inundaría las calles de lamentos
gritaría de rabia
al no encontrar otra cerradura.
Si llorar vaciara mi mente
cerraría los ojos
para no ver más que lágrimas
donde flotan perdidos
mis recuerdos más terribles
mi presente de sombras
mi futuro incierto.
Si llorar cerrara heridas
arrojaría al mar el Betadine y
con cada tirita por usar
ya fuera apósito o gasa manchada
formaría un collage en homenaje
al descubridor de los anti-depresivos.
Desgraciadamente no es así.
Llorar me produce nauseas,
cefaleas y demás efectos secundarios.
Llorar, para mí,
es encerrarse tras barrotes de autolamentación,
es bajar los brazos en la lucha del día a día,
es perder la paciencia, el coraje, la alegría,
es un apaga y vámonos, sin rumbo,
es dar terreno a la abulia y la desidia,
es la peor de las soluciones
porque no soluciona nada.
Pero la vida tiene estos misterios,
el ser humano necesita llorar
para precisamente ser
humano.
2 comentarios:
Luego direis que no os comentamos. ¡Si es que lo vuestro no son post, que son puñetazos! :)
jajajajajaja
Exagerada!!! no pegamos tan fuerte ni siquiera a las paredes... En fin!! gracias por el "cumplido pujilistico" un abrazo grandote.
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