Por ti.
Por mirarte me encuentro perdido
en el mar de asfalto de esta ciudad
un perro sin dueño y sin amigos
el vuelo de otra estrella fugaz.
Busco tu rastro en las calles grises
el recuerdo de tantos momentos
que compartíamos desnudos y eternos
noches pasadas a corazón abierto.
Quizás no encontré las palabras
que te hicieran volar conmigo
en este sueño que construyo con canciones
esta vida que sin ti pierde sentido.
Por amarte choco contra las esquinas
como una peonza voy dando tumbos
enfermo de tristeza y melancolía
que me hacen perder el rumbo.
Sigo queriendo hacerte mía
vaga ilusión que me carcome
me gustaría recobrar la alegría
que tu mirada me curara los dolores.
Quizás no encontré las palabras
que te hicieran volar conmigo
en este sueño que construyo con canciones
esta vida que sin ti pierde sentido.
La burbuja del ocaso
Nubes ardiendo en el cielo de fuego
reloges que detienen su camino cansados
de la senda inestable del tiempo
mientras me miras con cara de angel
calida y sencilla como este atardecer
siento en mi pecho el impulso de besarte
tomar tu mano y decirte susurrando
que por nada del mundo te quiero perder.
El mar acaricia la arena con dulzura
señalas el horizonte azul y naranja
una meta un objetivo que se desgrana
construyendo en esta playa una burbuja
que nos proteja de la ciudad caotica y descarada
de sus gentes tan normales y estiradas
en sus lechos alzados sobre la mentira
la hipocresia de esta sociedad que crece
sobre cimientos de codicia,
la hipocresia de esta sociedad que crece
sobre cimientos de codicia.
Aquí seguimos eternos y abrazados
escuchando impermeables las olas del mar
notando que el amor incendia nuestros labios
que mudos y apasionados se besan sin parar.
Mientras tanto la ciudad reposa bajo la luna
que contemplamos desde nuestra burbuja
la que nos protege de la ciudad caotica y descarada
de sus gentes tan normales y estiradas
en sus lechos alzados sobre la mentira
la hipocresia de esta sociedad que crece
sobre los muertos de la codicia
la hipocresia de esta sociedad que crece
sobre los muertos de la codicia.
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