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martes, 16 de junio de 2009

Tengo que dejar de fumar.

Enciendo el cigarro
medio dormido;
no acabo de despertar.
Hay días que desgrano sueños.
Hoy apuro el café
entre esputos
sintiendo que algo se esfuma
con la débil brasa que manejo.
No es la ilusión
ni los nombres
ni la fuerza,
ni la esperanza.
Es toda la vida
la que me abandona
lentamente,
con cada calada,
apresando con un lazo de humo
mi mirada perdida
en el poso del café.

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