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sábado, 30 de julio de 2011

INGRESO

Hola a tod@s:

Como os va el verano? Espero que lo mejor posible. Felices vacaciones a los que las tengais ya y tambien felicidad para los que las cogais mas tarde.

Os escribo para comunicaros una novedad y es que mi vida va a cambiar en unos dias: ingreso voluntariamente para hacer una desintoxicacion de medicacion. Ya sabeis que trate de bajarmela y fue un fracaso, asi que he optado por el metodo que creo mas eficaz, ya que sola en casa no puedo, no me siento capaz de conseguirlo. LO pasare mal, lo se, pero pienso en los resultados y es lo que me motiva.

Me han puesto en lista de espera para cuando haya una cama, me dijeron que seguramente para la proxima semana, asi que aqui estoy, esperando...Raul ya os ira dando noticias de como va el proceso.

Mil gracias a los que kme habeis animado en mi anterior intento, seguro que lo haceis en este.

Un abrazo, salud y FUERZA!!

ALMU.

domingo, 24 de julio de 2011

Reportaje Masta Magazine (full version):

“Nikosia es la última ciudad dividida. Por murallas, ideas, religiones y un supuesto abismo cultural. Creemos que de una u otra manera todos llevamos Nikosia dentro de la geografía del cuerpo y la mente. Alguien separó en dos a Nikosia, pero nosotros viajamos constantemente a un lado y otro de la frontera. Y es desde este dualismo, desde este vaivén, que vamos aquí a contar nuestra historia, que es tan real y legítima como cualquier otra”



LA SUTIL FRONTERA (extracto)
Joan García

Entre la salud y la enfermedad, se abre un tercer camino, Radio Nikosia, el de la disponibilidad para uno mismo, el de la acción y el riesgo: somos lo que contamos, sólo una chispa de existencia pero todavía con vida para contarlo. Para formar, informar y deformar lo que transmite la sociedad bien-pensante...conversar, conversar... Hay quien habla de la radio terapéutica, sí, pero tiene que curar a esta sociedad normópata, enferma de ignorancia, que sin conocerlo, prejuzga y estigmatiza, para el resto de su vida, al diagnosticado de lo que llaman un trastorno mental severo. Porque en un mal momento estaba en el lugar equivocado, con la gente equivocada que, asumiendo el papel de policía de salud mental, dio el primer paso hacia el que será un cambio radical en una biografía personal truncada porque juzgan que tiene una extraña enfermedad crónica, de tratamiento obligatorio con drogas duras. Es el sistema el que nos rompe el curso vital y no nos ofrece ninguna alternativa a cambio. Incapacitado, discapacitado, enfermo, marginado, estigmatizado, rechazado.

Hay que reconocer que esto es una problemática diferente. ¿Enfermedad? Si la hay, el remedio es peor que la enfermedad: encierro, tratamientos agresivos, medicación con terribles efectos secundarios, desautorizado como persona, roto el vínculo con el mundo. Viajamos constantemente a un lado y a otro de la frontera, entre razón y locura, y desde este vaivén contamos nuestra historia, que es tan real y legitima como cualquier otra. Tarados por la medicación y el entorno, comunicarnos nos ayuda a coordinar otra vez el mundo desde la palabra a todos los niveles. Las ondas de Radio Nikosia canalizan lo que no se quiere oír, unas voces que aun existiendo no están... ya que su entorno próximo, a causa de un diagnóstico, no las valora como legítima manifestación de unas personas con derecho a expresarse. Nuestra voz se transforma en el puente entre los otros y nuestros mundos interiores. Frente a la angustia de perder para siempre la unión con el mundo, ese puente puede reconstruirse, entrando en una nueva relación con el exterior: activa, responsable y propia. Expuestos en sociedad para que ésta redefina al enfermo mental. Somos como somos. Y no estamos solos.

Poner en cuestión tanto la enfermedad mental como la psiquiatría que medicaliza la conducta de aquellos que no se comportan como el grupo. Abrir una brecha en la estrecha cerca del pragmatismo dominante, despertar inquietudes que interpelen el intento tramposo de explicar todo el universo desde un solo lenguaje y un pensamiento único. Porque nadie es normal. Desde fuera del aparato de salud –de la enfermedad mental- se mitifica la locura –romper las cadenas de la razón, creación lírica, marginalidad cultural- como una tentativa extravagante para no adaptarse a las seudo-realidades alienantes. Pero hay que hacer ver que la salud mental es un concepto éticamente dañino, pues no es más que una cortina de humo de problemas económicos, existenciales, morales y políticos, que no requieren terapia médica, sino alternativas económicas, existenciales, morales y políticas.

EXPLOSIÓN Y ORIGEN
Entrevista al colectivo Radio Nikosia.

Empecemos entonces con vuestra historia, ¿dónde situaríais el origen de Nikosia?

-El origen de Radio nikosia residiría en el deseo de Martín Correa-Urquiza (antropólogo y periodista argentino) por importar el proyecto de Radio la Colifata de Buenos Aires a la Barcelona de principios del milenio (2003). A partir de su iniciativa, su experiencia como “Colifato” y el hecho de que la idea tomó rápidamente cuerpo de colectivo, fue posible crear una radio donde los locos teníamos un espacio en el cual era posible decir, pensar, repensarse, corregirse y volver a decir (partiendo desde la voz propia y su evolución respecto al otro y su opinión). Nikosia fue posible gracias al esfuerzo de varias personas, pero sobre todo al sueño de Martín y a las ilusiones de todos aquellos que colaboraron desde un principio (como coordinadores y como redactores, productores...) y aquellos que posteriormente se fueron apuntando a un proyecto, considerado innovador por el simple hecho de poner énfasis en la palabra de aquellos que íbamos a ser sus protagonistas, nos referimos a aquellas personas que hemos sido diagnosticadas en algún momento con la etiqueta de un trastorno mental; palabra que en otros ámbitos considerados propiamente como terapéuticos era anulada, castrada o denostada en muchos casos.

-Nos atreveríamos a decir que Nikosia surgió tanto de la necesidad de los locos por decir, como por la necesidad de algunos profesionales por abrir nuevas vías de expresión fuera de los escenarios clínicos habituales, allí donde otra relación con los afectados fuera posible.

¿Cuál ha sido vuestro objetivo fundacional?

-Nuestro objetivo como grupo, o mejor dicho nuestra motivación era poder expresar en un medio de comunicación aquellas opiniones personales y/o colectivas que no se encontraban eco en el resto de medios. Nuestra finalidad era dar una vista naturalizadora de la locura, de su sufrimiento y de sus goces, de sus inocencias y de sus perversiones. Más allá de considerar normal aquello que decimos y/o hacemos preferimos considerarlo, desde nuestros inicios, como algo natural, en el sentido de que es parte de lo humano, de los dolores humanos. Naturalizar no significa pasar de ello, sino no segregarlo entenderlo como parte de la naturaleza humana, una naturaleza que merece ser cuidada en ocasiones, huyendo además de conceptos excluyentes como lo considerado “normal” -que es aquello que consigue transformar lo diferente en patológico.

¿Se ha visto modificado a lo largo de estos años de trayectoria?

-Básicamente no. Las bases siguen siendo las mismas. Lo que sí es cierto es que después de varios años colaborando y reflexionando grupalmente entre todos nos hemos fortalecido con lecturas, recomendaciones, correcciones, argumentaciones, etc. Por poner un ejemplo muy clarificador la mayoría de nosotros cuando empezamos nuestra andadura en Radio Nikosia nos definíamos como enfermos mentales. A partir del 2008 y de la consolidación de la Asociación, se dio un paso importante en la conformación del grupo y en el crecimiento de la experiencia. Es como si todo el colectivo se hubiera hecho más cargo de Nikosia, se terminaron de apropiar de nikosia como espacio justamente propio. Es desde entonces que hemos aprendido que de enfermedad mental sólo hablan los mass media, que ni siquiera los médicos (psiquiatras) refieren dicho término ante la inexistencia de evidencias científicas. Es por eso que: por la inconsistencia de la psiquiatría como disciplina y su incapacidad para solucionar los sufrimientos que suelen surgir del contacto del individuo con su entorno, su habilidad para diagnosticar y su incapacidad para curar, su funcionamiento cada vez más protocolizado preferimos en nuestra mayoría utilizar tanto la palabras locura como la de loco o loca para definir una problemática que tiene que ver (trasladándonos a su etimología latina referida al locus ) con el lugar que ocupa el otro para nosotros y el lugar que ocupamos para el Otro social imperante. Por tanto tendría que ver con el lugar donde hemos sido ubicados socialmente aquellos que hemos sido rechazados por nuestras diferencias en la manera de sentir o interpretar la realidad estructurada en el discurso oficial.

De haber sido así, ¿cómo ha ocurrido ese cambio y por qué?

-De alguna forma ya lo hemos explicado, pero si a algo ha ayudado a esa prevalencia y a la vez a esa evolución dentro del mismo espíritu es el hecho de que si algo nos caracteriza a todas las personas que formamos parte de la Asociación Socio-cultural Radio Nikosia es una actitud crítica y reivindicativa con nuestros derechos y los de las personas que están o pueden llegar a estar en situaciones similares. Desgraciadamente cuando a uno le diagnostican suele ser privado de la mayoría de sus derechos como ciudadano, ya que a causa del diagnostico la persona termina por ser considerada como incapaz de decidir sobre los problemas de su vida. Esto tiene que ver con la desestructuración propia del sufrimiento psicótico, pero también con la incapacitación social que se le presupone al loco por su condición. Esta incapacitación relacionada con el estigma que arrastramos los diagnosticados suele venir de nuestro entorno más directo, de nosotros mismos, pero sobre todo de la forma en la que los profesionales plantean el diagnostico como algo incurable, de causas bioquímicas ajenas al individuo, su historia, su experiencia, etc. Esta forma de pensar la locura y el sufrimiento no sólo no está demostrada científicamente sino que es defendida como dogma por muchos presuntos profesionales de la salud mental y muchos medios de comunicación ansiosos de nuevas verdades que vender.

¿Qué os diferencia de otras experiencias similares, como puede ser la famosa Radio Colifata de Argentina?

-Radio La colifata siempre será nuestra radio madre. Nos diferencia de ella el hecho de que nosotros dadas las caracteristicas de la situación de la salud mental en cada sitio, trabajamos fuera de los espacios clínicos. A veces los visitamos y trabajamos en centros de día y hospitales dando charlas y seminarios, pero la base del trabajo se hace desde fuera de esos espacios, desde territorios no surcados por la idea de enfermedad. Somos una radio dentro de otra radio dentro de la comunidad, dentro de la normalidad más simple y concreta de la comunidad. Pusimos más esfuerzo por combatir los muros invisibles, los muros ideológicos y sociales que nos separaban de la comunidad, que los muros visibles de la institución psiquiátrica como es el caso de la Colifata, la cual retransmite desde los patios del Hospital psiquiátrico J.T.Borda.

-Podríamos decir también que Nikosia fue la primera radio española en importar la idea fundacional de Radio La Colifata: en palabras de Alfredo Olivera (director de dicha emisora) Crear lecho para que fluya el río o lo que sería lo mismo crear un marco desde el cual la persona pueda encontrar espacios para el decir, para estar, para ser más allá de lo que dicta su diagnóstico, y pueda, al mismo tiempo, transmitir o canalizar todo aquello que tradicionalmente se le ha sido negado. De esta forma la radio funciona como una suerte de altavoz para la palabra tradicionalmente velada...

...La idea es que sea un espacio propio para así darle forma a ese intento de hablar de la locura desde la voz que la sufre. Siempre decimos que radio Nikosia increpa a la locura, la cuestiona, se refugia en ella, la expulsa, la redefine, la ubica en el lugar de lo “normal”, la abraza, convive con ella y sus vaivenes, la padece. Somos personas que buscan comunicar y comunicarse como una estrategia en pos de de-construir las bases del propio sufrimiento.

¿Qué papel han jugado las radios comunitarias en la posibilidad de materializar vuestra idea?

-Radio Contrabanda, la emisora libre que nos acogió en sus estudios desde el primer momento, nos permitió salir al aire abanderando la libertad y el respeto como valores principales. Seguramente si ésta no hubiera existido nuestra experiencia no hubiera sido posible o se hubiera desarrollado de forma distinta. Es desde Radio Contrabanda desde donde a día de hoy -después de más de nueve años de historia- seguimos emitiendo semanalmente con la misma ilusión -o incluso más- que el primer día. A pesar de la precariedad de su señal de antena que tiene muchos puntos oscuros incluso en la misma ciudad de Barcelona, y a pesar también del trato vejatorio que están recibiendo esta y otras radios libres de la ciudad por parte de las autoridades, nosotros esperamos poder seguir compartiendo con nuestros oyentes esas dos horas de radio, en las que todos podemos ser protagonistas y dueños de nuestro discurso. Dos horas donde la reivindicación y la reflexión, la música, la poesía, las entrevistas acercan la realidad del loco a todo aquel dispuesto a escuchar.

-Es en este acercamiento donde realizamos una labor casi pedagógica hacia la sociedad, desmontando ideas preconcebidas sobre la locura y los locos y mostrándoles que no somos ni peligrosos, ni incapaces, ni estúpidos, como se suele pensar desde hace siglos.

Habéis conseguido saltar al inaccesible campo de los medios de comunicación generalistas a través de vuestra participación semanal en La Ventana, el magazine radiofónico de la Cadena SER; ¿qué ha significado esa posibilidad para vosotros? ¿Cómo ha surgido el contacto?

Trabajamos desde los medios porque en una sociedad como la actual, tan mediatizada, parece que lo que se diga en ellos sea lo real para la mayoría. Vivimos en la sociedad de la información (pero también de la desinformación) y los medios de masas son generadores de opinión a escala industrial. Lo que no aparezca en ellos se borra automáticamente de la realidad. Hay una máxima radiofónica que ejemplifica bastante bien esta circunstancia: “lo que no se dice delante del micrófono no ocurre”.

En nuestro caso hemos tenido que pelear duro para no dejarnos arrastrar por el mercantilismo aberrante y morboso que nutre la mayor parte de las parrillas de programación. Sin embargo es cierto, que trabajar en colaboración con otros medios de comunicación mayores, es también muy necesario. La idea es llegar al mayor público posible, y eso es algo que te da el hecho de colaborar con Cadena Ser, o Com Radio o Radio 3. El hecho de participar en estas emisoras de alguna forma ha visibilizado nuestro discurso y nuestra realidad a mucha gente ajena a todo aquello que tiene algo que ver con el mundo de la salud mental.

-La posibilidad surgió cuando Gemma Nierga se puso en contacto con nosotros para hacernos una entrevista a partir de la edición del libro “Radio Nikosia: voces que hablan desde la locura” y de ésta surgió la posibilidad de hacer una sección fija en su programa con algunos nikosianos. Aunque nuestra idea era que todos los compañeros que quisieran pudieran participar de forma rotativa en “La ventana”, al final Víctor y Cristina (Princesa Inca) se establecieron como pareja radiofónica en ese espacio. Algo parecido ocurrió con el programa “Tal como som” de Com. Radio o en “Mundo Babel” de Radio 3.

Con experiencia más que probada en ambas caras de la moneda mediática, ¿qué creéis que está envenenando a los medios de comunicación generalistas? ¿Qué ofrecen los medios alternativos y comunitarios? ¿Qué amenazas y oportunidades existen al haber construido un muro tan nítido entre unos y otros?

-A los medios generalistas pensamos que les está envenenando su dependencia a ciertos grupos de poder. La mayoría de medios de comunicación (sobre todo los mass media) se han convertido a día de hoy en voceros de dichos grupos y de sus ideologías políticas, económicas y sociales. De esta forma todo lo que pudiera suponer un peligro potencial o una crítica hacia el discurso de los amos no suele tener cabida dentro de sus parrillas. Sólo así conseguían perpetuar esta especie de status quo social, donde la sociedad permanecía adormecida ante la imposibilidad de decir o de realizar cualquier cambio social significativo. De alguna forma todos o casi todos nos quedamos enganchados a la realidad que presentaban –teles, radios y prensa de audiencias masivas–, desde donde hasta ahora nos dirigían con enormes altavoces, controlados por una elite. Suponemos que resultaba mucho más cómodo que te dijeran qué creer, qué leer, qué peli ver, a tener que lanzarse a la aventura del saber.

Hoy en día con el asentamiento de Internet se ha abierto para la población una ventana desde donde es posible llegar a otro tipo de opinión y otro tipo de información. Acceder a dicha información y compartirla está al alcance de un click. Es en este ciberuniverso donde los medios alternativos y comunitarios pueden llegar con facilidad tanto a la vecina del 2º como a un estudiante conectado en la otra punta del mundo. El trabajo que se realiza desde ellos, al depender únicamente de la responsabilidad ética de aquellos que lo realizan, estaría descontaminado de influencias -digamos perversas- lo que permite trabajar con una libertad que los profesionales de los medios de masas carecen.

Todo lo que se ha movido en España a raíz del movimiento 15-M es un ejemplo del trabajo y de la influencia que puede llegar a tener el trabajo colectivo y comunitario cuando existe una motivación colectiva para salir a la calle y reflexionar conjuntamente. De alguna forma ese recuperar la plaza pública que supuso el 15-M es algo que desde Radio Nikosia y Radio Contrabanda reclamábamos desde hacia mucho tiempo. La salud (de los ciudadanos, de la economía, de la política) es un tema que puede tratarse también en la plaza pública, en el mercado, en el corazón de la ciudad.

LOS MUROS: NIKOSIA, LA ÚLTIMA CIUDAD DIVIDIDA

Desde la caída del muro de Berlín, la ciudad de Nicosia es la única capital del mundo dividida por una muralla. En cada emisión recordáis esa división como una alegoría de los propios muros. ¿Cuáles creéis que son las principales murallas invisibles? ¿De qué materiales están construidas?

-Las murallas invisibles son aquellas que separan a unos grupos sociales de otros y su materia consistiría en un amasijo de falsas creencias, prejuicios, estigmas, miedos, etc. De murallas habría por tanto tantas como grupos sociales denostados, ninguneados, anulados cuando se confrontan con un otro social que se cree superior. Es desde una lógica de las relaciones de poder y la ignorancia desde donde se construyen los prejuicios. En el momento en que alguien piensa que es mejor que otra persona porque ésta última tenga algunas dificultades, y esta idea le impida acercarse a él, de pura soberbia, se levanta un muro invisible. Creemos que todos los seres humanos tenemos ciertas dificultades para sobrellevar la vida -sólo que las de algunas personas son más e-videntes que las de otras- por lo que todas las personas de este planeta seríamos en cierto modo discapacitados. Desgraciadamente las personas tendemos a pensar que “las taras físicas, emocionales, etc” son exclusivas de los demás, porque nuestro ego nos impide hacer una reflexión auto-crítica sobre nuestra conducta, quizás porque de otra forma no seríamos capaces de soportar la carga simbólica que supone admitir nuestra discapacidad. Esto no sería un problema si participáramos socialmente de una lógica donde la horizontalidad, el respeto hacia el otro y su enorme diversidad fueran los valores imperantes, en contra de la uniformidad global que parece que se nos quiere imponer desde los mecanismos de poder.

¿Cómo se de-construyen la locura y la cordura? ¿Qué es la locura y qué es la cordura? ¿Cómo se construye la alteridad desde la locura? ¿Quiénes son los “unos”? ¿Quiénes son los “otros”?

-Según explica Martín Correa-Urquiza en su tesis, RADIO NIKOSIA: LA REBELIÓN

DE LOS SABERES PROFANOS (OTRAS PRÁCTICAS, OTROS TERRITORIOS PARA LA
LOCURA):

“Puesto que el sufrimiento alrededor de lo que llamamos locura es, en una de sus medidas, resultado de cierto tipo de interacciones que se establecen o que pueden establecerse con un contexto hostil a la diferencia que implica esa locura, si modificamos y generamos un otro contexto con otras opciones posiblemente se desencadenaran una otra clase de fenómenos y una otra clase de relación entre el afectado y el entorno y entre el afectado y sí mismo”.

-En otras palabras, a raíz de reflexionar individual y colectivamente cada semana sobre un tema diferente tanto en el espacio de la radio, como en otros espacios que han ido surgiendo a través de nuestra historia como grupo y como Asociación socio-cultural, la mayoría de nosotros hemos empezado a pensarnos como algo más que simples locos o personajes sufrientes, compartiendo nuestra experiencia y nuestro conocimiento, nuestros saberes, con el resto de compañeros y con la comunidad. Hemos podido salir del papel que se nos había asignado socialmente -como enfermos mentales- y hemos asumido nuevos roles, con nuevos significantes poseedores de una carga simbólica diferente, como son el de redactor, locutor, productor, escritor, pintor, conferenciante, etc. De esta forma, una vez abandonada la identidad diagnóstica que nos fosilizaba en cierto modo hemos podido llegar a otras posibilidades de pensarnos como individuos, desprendiéndonos por el camino de ideas que lastraban nuestro funcionamiento respecto al otro. Por decirlo de alguna forma al pensarnos como otros, hemos podido incluir a muchos otros en nuestra vida y esos otros nos han ido incluyendo en las suyas.

-Respecto a la locura y la cordura, si la locura es mantener una conducta fuera de los cánones sociales de la normalidad. Nos quedamos con esos versos de Caetano Veloso que nos recuerdan que: de cerca nadie es normal.

Vuestra lucha principal es contra el estigma, es decir, una marca, una etiqueta ¿Para qué sirven las etiquetas? ¿Con qué las sustituiríais?

- Las etiquetas son sólo eso: etiquetas. Éstas se convierten en estigmas cuando se asocian a ideas negativas por parte del afectado o la sociedad, ideas que varían su significado según las culturas, las creencias, las experiencias y las subjetividades. Hoy en día resulta muy difícil mirar a alguien a quien se le ha colgado una etiqueta, y se ha acabado por identificar con ella, en un lugar distinto a la casilla en la que se le ha encerrado socialmente. En estos casos debería ser la misma sociedad que lo etiquetó quien, a juzgar por sus actos y su esfuerzo, lo situara en otro lugar, pero parece que esto no interesa demasiado. En salud mental, por una crisis, la mayoría cargamos con el peso del diagnóstico toda nuestra vida, hasta el punto en que la misma etiqueta puede acabar suplantando la identidad del sujeto, máxime cuando en el momento del diagnóstico se pone tanto énfasis por parte de los profesionales en la aceptación y cronicidad del mismo. Quizás por esto preferimos hablar de problemas reales que no de memorizar el DSM-IV. Las limitaciones propias y del entorno sumadas a los indeseables efectos secundarios de los psicofármacos hacen muy difícil que una persona diagnosticada se recupere.

-Además resulta curioso comprobar como estudios antropológicos revelan que en un país tercermundista como Sri Lanka, donde en algunas tribus un brote psicótico es entendido socialmente como una posesión “mágica” por parte de los antepasados del sujeto y éste es apreciado o al menos no excluido o rechazado por su condición, exista una mejor evolución de los afectados respecto al todopoderoso Occidente y sus modelos de normalidad y manuales diagnósticos. Por alguna razón, estos estudios tienen menos interés en los medios de comunicación que los ensayos clínicos, y mientras tanto la imagen que se proyecta en los mismos medios de la locura se relaciona directamente con peligrosidad o incapacidad.

¿Qué palabras asociáis a la “locura”? Pasión, sufrimiento, frenesí, delirio, alienación, sueño, castración, extravagancia, arte, incomunicación, aislamiento... ¿Qué palabras asociáis a “cordura”? Cuerda, atadura, represión... ¿Qué palabras definen a Nikosia? La locura que todo lo-cura. Nikosia es un umbral, una plaza íntima, un nuevo territorio de escucha y participación social para y con personas afectadas que desarrollamos una instancia de posibilidades que genera o provoca la inclusión activa de los que se acercan. Por otra parte llevamos adelante una función que podríamos pensar como de pedagogía social, es decir; le contamos a la comunidad lo que significa la locura desde nuestra mirada cotidiana. Tenemos un humilde lema: “rehabilitar a la comunidad para que habilite la posibilidad de la diferencia”.

En este nuevo número de Masta, el tema que hila los distintos trabajos es “lo inesperado” un concepto que conocen muy bien los nikosianos y nikosianas porque en vuestra ágora particular los pacientes entrevistan a los médicos, los locos curan a los cuerdos. ¿Cómo habéis conseguido que eso ocurra?

-Desde nuestros inicios hemos contando con aliados a la “causa” nikosiana desde distintos sectores como son el de la salud, la comunicación, las artes. Ha sido gracias a ellos en gran parte y su predisposición a pasar por los micrófonos nikosianos que ha sido posible ese cambio de papeles (de entrevistador a entrevistado y viceversa). Siempre nos cuentan que la experiencia es muy enriquecedora y a lo largo de los años ese grupo de aliados no ha dejado de crecer. Podemos sentirnos afortunados de tener tantos amigos que se acercan a nosotros y nos dan su apoyo, colaboran, comparten con nosotros su tiempo, su conocimiento y su corazón. De alguna forma pensamos que en el momento en que acercan a nosotros comprenden que no somos tan diferentes como a priori suponían, y que a pesar de los pesares no dejamos de ser personas que trabajamos y luchamos, que nos esforzamos, que sufrimos y disfrutamos con aquello que hacemos porque es este saber-hacer lo que da sentido a nuestra vida.

ALZANDO LA VOZ: LA ORGANIZACIÓN

¿Qué es ser un nikosiano y nikosiana? O ¿qué es Nikosia para vosotros los nikosianos y nikosianas?

-Ser nikosiano o nikosiana es ser muchas cosas. Por ejemplo es ser miembro de un grupo donde se admite la posibilidad de decir lo que no suele ser admitido en la sociedad. También es luchar desde los medios porque se reconozcan nuestros derechos inalienables como ciudadanos. Es asumir una actitud reivindicativa, rebelde contra las injusticias. Es defender como posibilidad lo que llamaríamos una locura sana en estado puro.

¿Este proyecto ha conseguido cambiar vuestra realidad? ¿En qué sentido? ¿Por qué creéis que ha sido?

-Un poco creemos que ya hemos respondido a esta pregunta, aunque sea generalizando. Cada persona que pasa por Nikosia la vive de forma distinta, por tanto esa transformación o esa evolución es algo que cada uno vivimos de forma particular. Quizás la pregunta no sea en qué sentido ha cambiado nuestra vida, sino que como decíamos antes a muchos el hecho de estar en Nikosia ha dado sentido a nuestras vidas.

¿Cómo se organiza el Universo Nikosia? ¿Y cada uno de los programas que creáis? ¿Recordáis vuestra primera emisión?

- Nikosia funciona sobre un principio de horizontalidad entre sus miembros. No hay diagnóstico que genere distinciones, es un espacio de radio. Todo lo que emerge de Nikosia, todo lo que la envuelve es presentado y discutido en una asamblea semanal. En ellas cada voz es igual de valiosa, siempre que cumpla unos requisitos mínimos de respeto y comprensión hacia los demás. En cualquier caso, cuando estos mínimos no son posibles, el colectivo no se fragmenta, solamente ralentiza la toma de decisiones. De este modo la Asociación Socio-Cultural Radio Nikosia se ha convertido entre otras cosas en un modelo de democracia en la que la libertad, la igualdad y la fraternidad son algo más que bellos conceptos encerrados en los libros de historia. Para nosotros la libertad de ser nikosianos es una realidad que disfrutamos y en ocasiones -las menos- padecemos, pero que en cualquier caso siempre es un motivo para seguir adelante en la lucha contra el estigma.

- Como decíamos antes hay uno de los proyectos de Nikosia que se centra en las charlas y conferencias de sensibilización dictadas por sus miembros. Esta situación se fragua tanto escuelas, institutos y universidades, como en congresos o jornadas. Lo más importante, dentro de la labor de sensibilización, es que la misma se genera a partir del encuentro cara a cara entre personas diagnosticadas y no diagnosticadas de problemas de salud mental. Es en el encontrarse entre personas que el estigma tiende a desaparecer. Es cuando el sufrimiento mental se hace más humano para las personas, más comprensible, se hace más cercano, de algún modo menos abstracto. Por otra parte, estos son los momentos cuando los afectados asumimos el rol de conferenciantes, de dueños de la palabra y ofrecemos nuestras perspectivas, nuestros puntos de vista, nuestras vivencias, dolores, etc.

¿Cuál es la relación que tenéis con vuestra audiencia? ¿Creéis que existe un diálogo con ella? ¿Cuál ha sido la reacción que más os ha sorprendido?

-Sin duda. Nuestra audiencia nos hace llegar sus mensajes, sus dudas, sus cuestiones ya sea por teléfono (en directo) o mediante correos electrónicos, participando del foro nikosiano, etc. Normalmente son personas que han pasado o están pasando por la experiencia de vivir un trastorno mental -ya sea en primera persona o como familiar- y nos reclaman un poco de luz o un poco de esperanza que les anime y les de fuerzas para soportar el trance que están viviendo.

-E incluso alguno de ellos acaban pasándose por la radio y participan del programa desde este lado de la emisión. Resulta muy gratificante saber que aunque no siempre se manifieste lo que haces está ayudando a personas que están sufriendo en la soledad de sus habitaciones y que nuestra experiencia individual y colectiva les hacen un poco más llevaderas sus rutinas de sufrimiento.

¿Cómo surgió la idea de crear la Asociación Socio Cultural Radio Nikosia? ¿Cuáles son los principales retos a los que os enfrentáis?

-Nació como consecuencia del mismo empoderamiento de las personas participantes dentro del dispositivo de Radio Nikosia. Como una forma de responsabilizarse social y activamente a la hora de llevar adelante la iniciativa. Radio Nikosia viene funcionando con el apoyo de otras entidades desde el año 2004, pero es a partir de fin del 2007 que se transforma en asociación independiente con la firma de sus nuevos estatutos y la participación de 45 socios fundadores, 40 de los cuales son personas con problemas de salud mental. Entre sus socios figuramos fundamentalmente personas en tratamiento psiquiátrico, pero también profesionales del ámbito de la salud, la antropología, la comunicación, la psicología y las artes en general. Somos una entidad multidisciplinar que busca trabajar la salud desde ámbitos comunitarios y culturales, a partir de prácticas y dinámicas de participación permanente en la comunidad.

-Nuestros principales retos se centran en la necesidad de generar instancias para la resocialización, el restablecimiento de las redes sociales de los afectados, así como la recuperación de un rol activo, con sentido, dentro de la comunidad y sus dinámicas. Al mismo tiempo, la tarea se centra en una labor conjunta para, con, y hacia la sociedad, ante la necesidad de la de-construcción del estigma en tanto generador de un tipo de sufrimiento que suele denominarse, social. La asociación Nikosiana es una entidad cultural y social que se mueve entre ambos campos, de eso se trata.

-En términos legales la Asociación es una entidad sin ánimo de lucro. La junta directiva está formada por los propios participantes.

- No son pocos lo objetivos que pretendemos y entre otros figuran los siguientes: * Organizar, desarrollar y difundir actividades didácticas, culturales, de comunicación y educativas en el medio universitario y en la comunidad en general en favor de de-construir el estigma social que existe en torno a la problemática mental.
* Proporcionar información, orientación y apoyo a personas diagnosticadas de enfermedad mental.
* Promover y velar por los derechos sociales y civiles de las personas con enfermedades mentales.
* Llevar adelante la promoción y dignidad de las personas diagnosticadas de alguna problemática mental, y extensivamente, los grupos sociales marginados y carentes de derechos básicos o de inserción en nuestra sociedad actual.
* Promover la acción y la concienciación ciudadana en relación al tema de la salud mental de cara a la de-construcción de los prejuicios existentes a nivel de la comunidad.
* Difundir socialmente las opiniones y derechos de las personas diagnosticadas de algún tipo de problemática mental y desarrollar actividades que favorezcan el denominado “empowerment” (empoderamiento) de las propias personas diagnosticadas de enfermedades mentales.

- Es más, las áreas y proyectos desarrollados abarcan áreas como el periodismo y la comunicación, las artes plásticas, poesía y literatura, serigrafía, música, fotografía, además de una ardua difusión, sensibilización social y pedagogía social.

¿Qué ha sido lo más reconfortante de vuestro proyecto durante estos años? ¿Hacía dónde dirigís ahora vuestras voces?
-Lo más reconfortante sería comprobar como lo que empezó siendo un pequeño proyecto con apenas cuatro o cinco personas ha ido creciendo con los años. Que con el paso del tiempo los vínculos que nos unen entre nosotros se han ido fortaleciendo y que nuestra labor está siendo reconocida cada vez más. El último gran reconocimiento que hemos tenido sería la posibilidad de abrir nuestro propio club social, con sede en el Centro Cívico del Convento de San Agustín, un espacio en pleno corazón de Barcelona, desde donde realizamos actividades como talleres, cursos, etcétera, abiertos a todos aquellos miembros de la comunidad que quieran participar de ellos.

-Nuestras voces además están preparadas para combatir la absoluta patologización de la conducta humana que se nos viene encima con la próxima publicación del DSM-V, donde todas las personas del mundo cabrán en alguna u otra categoría diagnóstica. Además de seguir luchando contra lo que consideramos verdaderos atentados contra los derechos humanos como son los tratamientos ambulatorios involuntarios o ciertas dinámicas manicomiales que se intentan volver a imponer en los servicios de salud mental.

-De una u otra forma seguiremos luchando y esperamos poder contar en el futuro con vuestra complicidad y con vuestra ayuda.



A todos ellos (por Cristina Martín)
A los que se quedaron dormidos en el nunca,
a los que sueñan sus verdades y se las niegan,
a los que tienen mucho miedo
y lloran por cualquier cosa
y se ocultan la cara de vergüenza.
A los tímidos,
a los solos, a los raros,
a los que dudan y dudan
y les llaman inmaduros, débiles.
A los que duermen en la fría cama del psiquiátrico,
a las madres que cogen la mano de su hijo ingresado,
os digo que no nos vendan verdades, que la verdad no existe,
la verdad y la razón son creaciones del hombre
para doler, para medir.
Hay que luchar contra el silencio
y la ignorancia,
no somos enfermos.
¿Quién tiene la verdad absoluta, la realidad absoluta?
Que la muestre, que la enseñe si puede.
Es mentira, mentira, no existe.
A los que llevan cicatrices de haberse rajado las venas,
a los que consiguieron no rajárselas,
a los que les paraliza la angustia,
les paraliza para ser, amar, soñar.
A los que llaman vagos, idiotas, locos, débiles:
No escuchéis la voz de los que viven solo para tener.
A los que la ansiedad les hace fumar dos paquetes diarios,
a los que no son sociables, ni aptos, ni lúcidos,
ni extrovertidos, ni empáticos, ni asertivos, ni normales.
A los que nunca superarán un test psicotécnico,
a los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacío,
a los que ahora están atados a una cama y no nos oyen.
A los psiquiatras que abrazan a sus pacientes
y pidieron alguna vez consejo a un esquizofrénico.
A los que tenemos certificado de disminución
y leemos a Lorca y a Nietszche y lo que haga falta.
A los que no soportaron el túnel y se fueron para siempre,
a los que atravesamos cada día el túnel
agarrados aunque sea a las paredes negras,
a todos los que saben o quieren escucharnos
y no se fían sólo de los manuales, libros, tesis,
estudios y estadísticas.

A los psicólogos que dan besos,
a los que hemos pasado ya el infierno y el cielo
y no queremos volver nunca más allí.
A los que roban dolor y devuelven sonrisas, dice Sabina.
Y sobre todo
a todas esas pupilas dilatadas de tanta química
que miran aturdidas y absortas
pero tienen la luz más hermosa.
Que no existe la locura, sino gente que sueña despierta.

domingo, 17 de julio de 2011

To writte or not to writte, that is the question...


Aviso para navegantes: Este es un escrito de necesidad, es decir de esos que literariamente son absolutamente prescindibles, pero a la vez imprescindibles para el sujeto literario. Es como si los relatos no fueran posibles sin estos vómitos descarnados. Ya que no me es posible tener la calma y la tranquilidad suficiente (necesitaría que las semanas tuvieran 10 días por lo menos) como para escribir un relato o continuar con la novela, o empezar nuevas ideas que se me ocurren (maldita imaginación mía y su voracidad). Pero a tenor (o contra el tenor) de todo esto intentaré escribir o explicar el por que escribo, tema que acabaría rápidamente con un “es mi deseo, mi sueño, mi goce desde chinarro”. Este argumento es más propio de un reduccionista del tipo que sea, es decir, de ese tipo de personas que ante su incapacidad para contar (o inventar) historias o relatos lo reducen a etiquetas con más peso que Ronaldo Nazario de Lima el día de su jubilación. Pero la gracia al escribir o incluso al hablar -aunque mucho más al escribir- es re-presentar los hechos tal y como se han vivido. La objetividad queda por supuesto fuera de esta estructura. Pero como dice Boris Grujensko en boca del gran Woody Allen: la subjetividad es objetiva. Así que a partir de aquí, que sea lo que dios, o la musas, o mis vecinos (cansados de que me ponga a aporrear el teclado a ciertas horas de la noche) quieran.


Según los lacanianos -o algunos de ellos (los más fanáticos)- mi pasión por la escritura tiene que ver con el goce en el lenguaje. Como diría afablemente el Maquinavaja: pos fale, pos fueno, poooo dacuerdo!! Más allá del goce infinito que puedo sentir en todos los ámbitos de la escritura hay pocas cosas que decir. Disfruto pensando una historia, barajándola, estructurándola, escribiéndola y sobre todo al recibir el beneplácito de ese lector más o menos anónimo. A propósito de Henry he encontrado este texto aquí:


El goce es un concepto que se relaciona estrechamente con el campo del lenguaje y las leyes que lo regulan, es decir, con la dimensión intersubjetiva del lenguaje. Por el hecho de que el sujeto habla, por el hecho de que «el inconsciente está estructurado como un lenguaje», como lo señala Lacan, el goce no puede ser concebido como una satisfacción de una necesidad aportada por un objeto que la colmaría. El goce está hecho de la misma materia de la que está hecho el lenguaje, donde el deseo encuentra su lugar y sus reglas. Es este lugar del lenguaje al que Lacan denomina el gran Otro. La dificultad del término goce viene precisamente de su relación con el lugar del Otro, lugar de la cadena significante, es decir, del inconsciente. La materia del goce no es otra cosa que la textura del lenguaje.

El goce también aparece ligado, aunque no se lo mencione explícitamente, a las actividades repetitivas de la pulsión sexual, como sucede, por ejemplo en el chupeteo del seno materno, una vez que se ha satisfecho la necesidad orgánica de alimento, es decir, el niño goza de chupar, lo que marca su entrada en el autoerotismo. El sujeto toxicómano se asemeja bastante a esta imagen del chupeteo del seno por parte del niño; de hecho, es en la toxicomanía donde mejor se observa esa compulsión a la repetición de una experiencia que le brinda al sujeto una cierta satisfacción.



El goce pone en juego algo que no es de orden natural; se trata, por el contrario, del punto en el que el ser vivo se enlaza con el Otro del lenguaje. Lacan distinguirá entre el placer y el goce; el goce es lo que se encuentra en el más allá del principio de placer, es decir, que se trata de algo que excede los límites del placer. Ir más allá del principio del placer es un movimiento ligado a la búsqueda del un goce perdido, lo cual será la causa del sufrimiento del sujeto. Justamente en su texto Más allá del principio del placer de 1920, en el capítulo sobre la repetición, Freud descubre que el sujeto apunta al goce en un esfuerzo de reencontrarlo, lo cual sólo puede manifestarse como «repetición» inconsciente; y si el sujeto repite esta búsqueda de goce, es porque dicho goce está radicalmente perdido.”

En alguna ocasión he hecho alusión a mi relación de tipo vampírica con la literatura. Este tipo de relación se sustenta para mi (ignorante donde los haya) es un constante instinto de superación. Por ponerme a la altura de el blog anterior: Es como si después de probar los senos de mi madre de pequeñico (que hasta a día de hoy mis amigos me siguen diciendo que está como un pan), haya querido conseguir el alimento de una mujer más completa y bella, más verdadera y buena (si Wittgenstein levantara la cabeza...) y a ello me he dedicado desde pequeño con la exigencia del que sabe lo que cuesta batir récords olímpicos. Llegados a este punto tengo que decir que de la literatura lo más cercano a la leche materna o a la leche que he probado es el liquido blanco de aquello que he escrito desde la mayor se mis inocencias. Es decir un liquido que se extiende como mancha de aceite y cuyo sabor siempre cambia según la crítica que recibo sobre el texto en cuestión.


Será por inexperiencia, por humildad, o por ceguera, pero la importancia de ese Otro lector me resulta demasiado importante como para obviarla. Puedo intentar engañarme con afirmaciones del tipo: yo soy el autor así que sé lo que he querido decir, sino lo entienden o no lo aprecian es problema suyo. Y vale, sí, con alguien acostumbrado a leer únicamente los pies de algunas fotos de ciertas revistas pornográficas es fácil fortalecer estos argumentos. Pero al final tus textos llegan a gente que realmente lee y... entonces se sacude el suelo sobre el que piso debido al temblor de mis piernas (las cuales cualquiera diría que están inflando una o varias zodiac a la vez).


No me atreveré a decir que la literatura es como una mujer amada y vilipendiada, según el capricho del inconsciente. Para mi: mi mujer, la cual no tiene un cuerpo según los cánones griegos, pero vamos que yo tampoco, es Almu, la pequeña y gran nenita grande. La crack que me soporta y me libera, y la cual me exige y me ata. Vamos una pareja al fin y al cabo, ¿a la española?, medio loca y pasional, inteligente y honesta, y que cuando besa besa de verdad.


La literatura representaría más bien el papel de amante. Solicita en ocasiones y en otras despechada, negando el más mínimo placer o goce sino es produciendo un sufrimiento doble, porque al negar el goce, la perdida o inexistencia de él se hace doblemente sensible.


Llegados a este punto se me ocurre que el verdadero motivo por el cual me he puesto a escribir es el dolor, la duda, el sufrimiento por alguien amado, o al menos querido. Quizás no parezca que un tema tenga que ver con el otro y quizás sea así. Pero la cosa es que me niego a escribir sobre mi gran amigo Joan el cual lo está pasando jodidamente mal. Me niego a escribir porque aunque le deseo lo mejor, no se a ciencia cierta que va a ser de él. Y sin esa certeza tan psicótica según algunos solo me puedo aferrar a la duda y el deseo neurótico. Al final el miedo a la perdida de alguien querido, el miedo a que esa persona sufra lo indecible (lo real), y que desaparezca...


En nikosia se habla mucho de establecer un espacio donde sea posible -valga la “rebuznancia”- la posibilidad (de decir, de hacer, de ser...). El tópico periodístico de devolver la voz a quien se le ha vetado. Esta situación me hace pensar que cuando la voz realmente desaparece es imposible de recuperar como tal, lo único recuperable es el discurso (y su Colera). Quizás este sea el único motivo (de lo real) por el que escribo estas líneas, por el miedo de la perdida y por el deseo de que esta no sea como me presentan algunos.


Joan saldrás de esta cabronazo!!! Mala hierba nunca muere!! y aunque tu voz desaparezca tu discurso perdurará!!!



Bona nit!! Boas noites!! Gabon!! Buenas noches!!

sábado, 9 de julio de 2011

ELLA!!!

Ya pasó el estreno de ELLA la obra de teatro que Radio Nikosia y Pallapupes han subido a los escenarios. Para los que no sepan de que va les dejo el trailer y la entrevista que Gemma Tramullas le hace a la protagonista (de qué me suena a mi esta mujer?)!!

ELLA, el trailer:




Gente corriente
Almudena Calvo: "Perseguir un sueño te ayuda a sobrevivir" Locutora y actriz debutante. Ha hecho subir su Trastorno Límite de la Personalidad al escenario.



Gemma Tramullas Periodista

La lucha contra el trastorno mental deja cicatrices que no desaparecen con los fármacos, pero que se alivian cuando puedes dedicarte a lo que te apasiona. Este es el argumento de Ella, un proyecto de teatro social de Pallapupas en el que Almudena y otras personas diagnosticadas vuelcan su experiencia personal como catarsis.




Más teatros y menos psiquiátricos. ¿Estaría de acuerdo con el lema?

-Sí, porque es muy importante tener un espacio donde puedas ser tú misma y hacer algo que te llene. Perseguir un sueño te ayuda a sobrevivir y haría falta menos terapia.

-¿Cuántos años hace que está en tratamiento?

-Desde los siete años, y tengo 31. El ambiente de mi casa no era el más propicio para crecer, no me relacionaba bien con mi entorno, con los niños de mi edad. A los siete años ya me estaban dando antidepresivos.

-¿Pastillas? ¡Si solo era una niña!

-Me medicaban para la depresión infantil. En la adolescencia cambié de psicoterapeuta, que me diagnosticó un trastorno maniacodepresivo, lo que ahora se llama bipolar, y me recetó antidepresivos más otras pastillas. A los 21 años tuve un brote psicótico y me diagnosticaron Trastorno Límite de la Personalidad, que es el diagnóstico con el que me siento más identificada.

-¿Qué síntomas tiene?

-Vacío, ataques de ansiedad, pocas ganas de hacer cosas...

-¿Puede describir ese vacío?

Almudena Calvo.

Almudena Calvo. Fotografía: JOAN PUIG


-Es como un dolor en la boca del estómago, una soledad muy fuerte. Nada te llena. Aunque hagas mil cosas que te gustan o estés rodeada de la gente que más quieres, te sientes vacía.

-¿Nada te llena? ¿Seguro?

-Tengo dos programas de radio, en Radio Nikosia [una emisora formada por personas con algún problema de salud mental] y en Radio Rubí, donde presento el programa El fil de la troca con Raúl, mi compañero. Tanto la radio como el teatro son ilusiones que me animan a salir de casa y así el vacío duele menos.

-¿Lo de la radio es vocacional?

-Totalmente. Cuando era pequeña mis padres discutían mucho y yo me encerraba en mi habitación y me tiraba hasta las tantas de la mañana escuchando programas de confesiones como Hablar por hablar. Yo deseaba estar al otro lado.

-Y lo consiguió.

-Entré en Onda Cero y acabé llevando la producción de tres programas. Estaba desde las cinco de la mañana hasta las ocho de la tarde allí metida. Al no tener la familia compensada, mi familia era la radio. Hasta que echaron a 50 personas y yo estaba entre ellas. Tenía 21 años y enfermé.

-¿Qué ocurrió?

-Tuve un bajón muy grande, un brote psicótico. Se me desmontó mi mundo. Los problemas me afectan de forma diferente. Lo que a una persona le afecta a nivel cuatro, yo lo siento a nivel ocho.

-¿Cuándo tienes un brote pierdes mucha gente por el camino?

-Estás muy alterada y lo más común es que la gente se aleje, porque ya no te conoce y hay mucho desconocimiento sobre lo mental. También hay gente que se molesta en estar a tu lado y conocerte en ese momento. Hay que ser muy voluntarioso.

-Es amor a prueba de bomba.

-Yo me siento afortunada porque he tenido esa amiga que ha estado siempre ahí. Incluso cuando he salido corriendo pensando en el suicidio, ella corría detrás de mí, llorando sin saber qué hacer.

-¿Qué se puede hacer?

-El mero hecho de saber que aquella persona está ahí y que te acepta como eres te da calma. Aceptar a una persona como es, con sus defectos y sus virtudes, es una cosa que deberíamos hacer todos, diagnosticados y no diagnosticados. Lo que más ayuda es que te sigan tratando igual que antes del brote para que tú puedas sentir que eres la misma de antes, eso ayuda a volver a la naturalidad.

-¿Naturalidad?

-No nos gusta mucho usar la palabra normalidad.

-¿Por qué no?

-¿Quién dice lo que es normal o quién es normal? El uso de las palabras es importante. Yo, por ejemplo, me considero una loca con todas las letras de la palabra.

-La corrección política a hacer puñetas.

-En Radio Nikosia desmitificamos lo que conlleva la palabra. Sabemos cuándo nos llaman locos con ganas de hacer daño y cuándo no.



Edición Impresa

Información publicada en la página 80 de la sección de Contraportada de la edición impresa del día 09 de julio de 2011 VER ARCHIVO (.PDF)

domingo, 3 de julio de 2011

LA VERDAD Y OTROS MISTERIOS.

Después de varios días de retiro en la montaña (aunque sin salir de BCN) tengo el ánimo dispuesto y el tiempo para poder sentarme a pergueñar unas pocas ideas que el bueno de Pere (en su última entrada) me ha ayudado a recuperar.

La búsqueda de la verdad es casi una obligación para todo ser humano, en tanto que todos necesitamos de una base solida desde donde construir nuestra vida. Al final por mucho que nos esforcemos la VERDAD así en mayúsculas se parece mucho al correcaminos porque no hay forma de atraparla. Durante la historia se han ido alcanzando pequeñas cotas de verdad (dirían algunos) aunque yo más bien definiría todo logro filosófico o científico como la puerta a nuevas preguntas más que una verdadera revelación de una realidad que como diría Lacan es inaprensible e inabarcable, porque el lenguaje, tal y como está construido no basta, no alcanza, no sirve. Esto me recuerda a los diálogos que surgen entre los Ents, esos personajes denominados como pastores de árboles que a la postre son los seres más antiguos sobre la tierra de la mitología tolkiniana. En cuanto Aragorn, rey de Gondorn, le dice a Bárbol, jefe de los Ents, que su pueblo siempre estará en deuda con los pastores de árboles, Bárbol rumia antes de soltar que Siempre es una palabra demasiado larga incluso para los Ents, para después invitar al rey a corregir su falta de precisión por un mientras dure la vida de los hombres, o mientras duren nuestros reinos. La cosa no es baladí ya que una palabra para los Ents se construye desde la experiencia y su extensión fonética intenta describir el paso de todo lo llovido desde que surgió la idea. En fin... Cosas de árboles... Cuando escribo estas tonterías no me extraña que se esté desforestando el amazonas: Mode ironic [on].

Mejor me dejo de cinismos. Lo que quiero decir, aunque lo diga mal, es reforzar esa idea de que el lenguaje no es una herramienta suficiente para alcanzar la verdad, porque ésta normalmente y sobre todo en las llamadas ciencias humanas se alcanza por consenso. Entonces... ¿Qué nos queda? ¿La fe? Desgraciadamente sí, la fe. Cuando los antiguos griegos definieron la filosofía como el método de tender hacia la verdad mediante la luz de la razón, esta luz se me presenta como algo muy similar a la que dicen que ven los santos en medio de una revelación. La verdad nos es revelada, como una fotografía, ya que por medio de un mecanismo mental logramos identificar parte de aquel paisaje tantas veces contemplado, comprendemos a base de asociar ideas, conceptos, palabras muchas veces inconexas a priori (ejemplo: maceta, calle, vecino cabrón, ventana), en un intento de comprender, que no es otra cosa que un intento de manejarnos por el mundo, intentando evitar que nos rompan la cabeza de un macetazo cuando vamos tan tranquilos por la calle. La verdad o mejor dicho nuestra verdad, aquel ramillete de ideas que forman nuestro imaginario, no es mas que un collage más o menos claro, más o menos extenso de fotografías de un paisaje, de partes concretas en momentos concretos de un paisaje concreto. 


 

Hablando de fotografías o de imágenes... Carmen Martín Gaite decía que prefería una palabra precisa a mil imágenes. Una palabra precisa describe con precisión académica un sentimiento, un gesto, una actitud, etc. Como gran admirador de su obra le doy la razón, otra cosa es que a la mayoría de las personas que conozco no hayan podido acabar nunca una de sus obras porque se quedan atascados en una descripción. A pesar de esto aconsejo fervientemente su obra, para mí, mi pequeña verdad de hoy: la mejor narradora en lengua española de la historia.

Es muy de poetas eso de buscar la verdad. Antonio Machado decía más o menos así:

Tu verdad? No,
la verdad.
Ven conmigo a buscarla.
La tuya guárdatela.

La poca gente que hoy en día sigue leyendo y disfrutando de la poesía suele decir que en algunos poemas hay más verdades que en todos los libros de filosofía juntos. Ignoro hasta que punto dicha afirmación es cierta, pero lo que tengo muy claro es que la mayoría de los poetas se acercan a la verdad porque no la afrontan de cara, sino desde la lateralidad que supone siempre la metáfora. La poesía es una manera de entender la vida y por tanto de vivirla, de hacer camino. El mismo Machado (sí, es Machado y no Serrat señoras y señores) definía su manera de entender la vida en estos celebérrimos versos de su libro Cantares y otros poemas:


Caminante
son tus huellas el camino
y nada más.
Caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.


Quiero entender que la la única verdad que nos describe este poema es que no hay verdades, solo vidas, sólo caminos, sólo experiencias que a-prendemos al caminar. Éstas no tienen porque tener nada que ver con las de otra persona que haya transitado los mismos riscos, porque el como avancemos siempre nos reportará imágenes distintas del paisaje. Hay gente que camina siempre con prisa, con la cabeza gacha, fijos sus pensamientos en el objetivo, en la meta que él se haya marcado, en contraposición con aquellas personas que se paran a cada instante a observar una rama con frutos, el vuelo de un pájaro, o a recoger una piedra brillante y hermosa. Quizás la diferencia entre las primeras personas y las segundas sea que éstas últimas son realmente dueñas de su tiempo, como aquellos niños de otras décadas y que hoy ya están en peligro de extinción con tanta urbanización, tanta industrialización y toda la urgencia paterna que supone mantenerlas. Me parece que hay algo en común entre los niños de China o Indonesia que se pasan el día cosiendo productos de NIKE y los niños europeos que después del colegio van a inglés, después a guitarra, después a Judo y ya por la noche se meten delante del televisor porque sus padres que hasta que les han recogido de Judo estaban trabajando tampoco tienen en casa tiempo para dedicarles, lo que tienen en común es que ni uno ni otros son dueños de su tiempo y por tanto en ambos casos han de crecer a pasos forzados para adaptarse al mundo de los adultos. El final de la historia ya se sabe, en Indonesia si un niño se revela se le despide, aquí en occidente acaba diagnosticado de TDAH (Trastorno de deficit de atención parental e hiperaburrimiento).

Y bueno ya que hablamos de la verdad o su posibilidad y la locura que puede suponer me adentraré una vez más en el campo de la psicosis, el cual tiene una somera tendencia a disfrazar las creencias de verdad verdadera, o como es conocida mundialmente de certeza. Es necesario (Miguel el pitiuso dixit) tener algunas certezas desde las cuales contruirse. El problema estaría cuando estas certezas chocan con el consenso del que hablaba antes. Ese consenso también conocido como normalidad, es el reducto más añejo del conservadurismo y se me antoja que es una necesidad de retener, una especie de miedo neurótico hacia lo nuevo, o dicho de otra forma el más vale malo conocido que bueno por conocer. Pero mejor que deje el refranero y vuelva por los caminos de la psicosis que tan bien conozco. Hay momentos en la vida en que lo real es tan absurdo, que necesitamos aferrarnos, por tal de salir vivos del naufragio, a algo que suele ser nuestro imaginario. Es como si en el momento del brote psicótico se priorizaran hasta el extremo ciertas creencias -entiéndase creencia también como fantasía-, transformándolas en certezas, como forma de arreglar los problemas que se suceden en nuestro entorno. No conozco a nadie (y mira que de locos conozco legión) que no identifique un hecho vital como detonador de su o sus brotes. Pondré un ejemplo que me resulta clarificador. Un nikosiano al cual admiro por su sentido del humor, su capacidad de esfuerzo, su gusto musical y su sencillez cometió el tremendo error de ganar una partida al ping pong a un superior en la mili y para más inri celebrarlo. Resultado seis días de calabozo. Durante esos días mi buen amigo y compañero reflexionó sobre el hecho y llegó a la conclusión de que allí no encajaba, que como le habían dicho era un blando, que quizás era medio marica -como también le decían- porque tenía la piel fina y delicada. Su decisión ante tales realidades que escapaban de su respetuosa comprensión fue rajarse la frente para dejar de parecer un marica. Así, pensó, podría encajar dentro de aquel absurdo que estaba viviendo y podría ser por fin aceptado. Sería como ellos. El diagnóstico no tardó en aparecer. Pero me resulta interesante que si sustituyes a militar cabrón, por amigos desconsiderados, padres castradores, profesores o jefes deleznables, banqueros hijos de puta, etc. Casi siempre hay una especie de verdugo social esquizofrenógeno que provoca una situación de naufragio, en la que el delirio se presenta como salvador. Quizás ahora pensareis que mi amigo era hipersensible, que no analizó como es debido la situación, que lo que tenía que haber hecho era bajarse los pantalones y dejar que le siguieran enculando durante el resto de la mili (demostrando así que su presunta homosexualidad era real). A todos aquellos que penséis estas posibilidades, os invito a hacer un análisis crítico sobre los abusos de poder sean del tipo que sean. Porque ya que hablaba de naufragios, hasta el Titanic encontró en su camino un obstáculo que no pudo salvar. Instalarse en la certeza es muchas veces una forma desesperada de adaptarse a situaciones desesperadas, y es necesaria mucha lucidez y sobre todo mucho apoyo del bueno, del comprensivo, del respetuoso, del cariñoso, para salir del doble y oscuro calabozo en el que nos metemos, después de salir del que nos han metido los otros. 

Don Vicente Magro, magistrado de la audiencia de Alicante, justificaba su propuesta para el Tratamiento Ambulatorio Involuntario como un método de evitar ingresos de puerta giratoria. El buen hombre (y lo de bueno es un decir) piensa que con medicación forzosa, los locos dejaremos de ingresar. En el lado opuesto está Chus Gómez, directora del Hospital psiquiátrico de Tohén, la cual en la mayoría de los casos en que un paciente le pide el alta ella accede, con la condición de que el paciente acuda a ella si se encuentra mal. Para Chus el hecho de que el paciente confíe en ella es lo más importante, hace posible Otra psiquiatría, otra forma de practicar la clínica psiquiátrica. El tema está en que los unos y los otros vuelven, porque el problema, el germen del problema no está en la institución sino en lo que hay fuera. Lo que hay ahí fuera hace que nos enroquemos en el aquí dentro (certeza psicótica) y que ésto nos impida avanzar porque izados los puentes levadizos no dejamos entrar ni al repartidor de leche. Otra cosa son aquellas personas que se sienten bien con su rol de enfermo. Y el hecho de que se sientan bien viene no de que vayan a mejor, sino de que a partir de su posición hacen y deshacen a su gusto, manejan la vida de su entorno convirtiéndoles en meras comparsas o marionetas de su voluntad sufriente. Estos enfermos totales reciben una perversa ganancia de su malestar y de esta forma lo perpetúan, no vaya a ser que alguien les diga que están curados y se muera la gallina de los huevos de oro.

Y con esto acabo que parezco más torrijas que algunos lacanianos en día de congreso. Al menos me he quedado a gusto. ¿Será esto lo que llaman el goce en el lenguaje?