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domingo, 3 de julio de 2011

LA VERDAD Y OTROS MISTERIOS.

Después de varios días de retiro en la montaña (aunque sin salir de BCN) tengo el ánimo dispuesto y el tiempo para poder sentarme a pergueñar unas pocas ideas que el bueno de Pere (en su última entrada) me ha ayudado a recuperar.

La búsqueda de la verdad es casi una obligación para todo ser humano, en tanto que todos necesitamos de una base solida desde donde construir nuestra vida. Al final por mucho que nos esforcemos la VERDAD así en mayúsculas se parece mucho al correcaminos porque no hay forma de atraparla. Durante la historia se han ido alcanzando pequeñas cotas de verdad (dirían algunos) aunque yo más bien definiría todo logro filosófico o científico como la puerta a nuevas preguntas más que una verdadera revelación de una realidad que como diría Lacan es inaprensible e inabarcable, porque el lenguaje, tal y como está construido no basta, no alcanza, no sirve. Esto me recuerda a los diálogos que surgen entre los Ents, esos personajes denominados como pastores de árboles que a la postre son los seres más antiguos sobre la tierra de la mitología tolkiniana. En cuanto Aragorn, rey de Gondorn, le dice a Bárbol, jefe de los Ents, que su pueblo siempre estará en deuda con los pastores de árboles, Bárbol rumia antes de soltar que Siempre es una palabra demasiado larga incluso para los Ents, para después invitar al rey a corregir su falta de precisión por un mientras dure la vida de los hombres, o mientras duren nuestros reinos. La cosa no es baladí ya que una palabra para los Ents se construye desde la experiencia y su extensión fonética intenta describir el paso de todo lo llovido desde que surgió la idea. En fin... Cosas de árboles... Cuando escribo estas tonterías no me extraña que se esté desforestando el amazonas: Mode ironic [on].

Mejor me dejo de cinismos. Lo que quiero decir, aunque lo diga mal, es reforzar esa idea de que el lenguaje no es una herramienta suficiente para alcanzar la verdad, porque ésta normalmente y sobre todo en las llamadas ciencias humanas se alcanza por consenso. Entonces... ¿Qué nos queda? ¿La fe? Desgraciadamente sí, la fe. Cuando los antiguos griegos definieron la filosofía como el método de tender hacia la verdad mediante la luz de la razón, esta luz se me presenta como algo muy similar a la que dicen que ven los santos en medio de una revelación. La verdad nos es revelada, como una fotografía, ya que por medio de un mecanismo mental logramos identificar parte de aquel paisaje tantas veces contemplado, comprendemos a base de asociar ideas, conceptos, palabras muchas veces inconexas a priori (ejemplo: maceta, calle, vecino cabrón, ventana), en un intento de comprender, que no es otra cosa que un intento de manejarnos por el mundo, intentando evitar que nos rompan la cabeza de un macetazo cuando vamos tan tranquilos por la calle. La verdad o mejor dicho nuestra verdad, aquel ramillete de ideas que forman nuestro imaginario, no es mas que un collage más o menos claro, más o menos extenso de fotografías de un paisaje, de partes concretas en momentos concretos de un paisaje concreto. 


 

Hablando de fotografías o de imágenes... Carmen Martín Gaite decía que prefería una palabra precisa a mil imágenes. Una palabra precisa describe con precisión académica un sentimiento, un gesto, una actitud, etc. Como gran admirador de su obra le doy la razón, otra cosa es que a la mayoría de las personas que conozco no hayan podido acabar nunca una de sus obras porque se quedan atascados en una descripción. A pesar de esto aconsejo fervientemente su obra, para mí, mi pequeña verdad de hoy: la mejor narradora en lengua española de la historia.

Es muy de poetas eso de buscar la verdad. Antonio Machado decía más o menos así:

Tu verdad? No,
la verdad.
Ven conmigo a buscarla.
La tuya guárdatela.

La poca gente que hoy en día sigue leyendo y disfrutando de la poesía suele decir que en algunos poemas hay más verdades que en todos los libros de filosofía juntos. Ignoro hasta que punto dicha afirmación es cierta, pero lo que tengo muy claro es que la mayoría de los poetas se acercan a la verdad porque no la afrontan de cara, sino desde la lateralidad que supone siempre la metáfora. La poesía es una manera de entender la vida y por tanto de vivirla, de hacer camino. El mismo Machado (sí, es Machado y no Serrat señoras y señores) definía su manera de entender la vida en estos celebérrimos versos de su libro Cantares y otros poemas:


Caminante
son tus huellas el camino
y nada más.
Caminante no hay camino
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.


Quiero entender que la la única verdad que nos describe este poema es que no hay verdades, solo vidas, sólo caminos, sólo experiencias que a-prendemos al caminar. Éstas no tienen porque tener nada que ver con las de otra persona que haya transitado los mismos riscos, porque el como avancemos siempre nos reportará imágenes distintas del paisaje. Hay gente que camina siempre con prisa, con la cabeza gacha, fijos sus pensamientos en el objetivo, en la meta que él se haya marcado, en contraposición con aquellas personas que se paran a cada instante a observar una rama con frutos, el vuelo de un pájaro, o a recoger una piedra brillante y hermosa. Quizás la diferencia entre las primeras personas y las segundas sea que éstas últimas son realmente dueñas de su tiempo, como aquellos niños de otras décadas y que hoy ya están en peligro de extinción con tanta urbanización, tanta industrialización y toda la urgencia paterna que supone mantenerlas. Me parece que hay algo en común entre los niños de China o Indonesia que se pasan el día cosiendo productos de NIKE y los niños europeos que después del colegio van a inglés, después a guitarra, después a Judo y ya por la noche se meten delante del televisor porque sus padres que hasta que les han recogido de Judo estaban trabajando tampoco tienen en casa tiempo para dedicarles, lo que tienen en común es que ni uno ni otros son dueños de su tiempo y por tanto en ambos casos han de crecer a pasos forzados para adaptarse al mundo de los adultos. El final de la historia ya se sabe, en Indonesia si un niño se revela se le despide, aquí en occidente acaba diagnosticado de TDAH (Trastorno de deficit de atención parental e hiperaburrimiento).

Y bueno ya que hablamos de la verdad o su posibilidad y la locura que puede suponer me adentraré una vez más en el campo de la psicosis, el cual tiene una somera tendencia a disfrazar las creencias de verdad verdadera, o como es conocida mundialmente de certeza. Es necesario (Miguel el pitiuso dixit) tener algunas certezas desde las cuales contruirse. El problema estaría cuando estas certezas chocan con el consenso del que hablaba antes. Ese consenso también conocido como normalidad, es el reducto más añejo del conservadurismo y se me antoja que es una necesidad de retener, una especie de miedo neurótico hacia lo nuevo, o dicho de otra forma el más vale malo conocido que bueno por conocer. Pero mejor que deje el refranero y vuelva por los caminos de la psicosis que tan bien conozco. Hay momentos en la vida en que lo real es tan absurdo, que necesitamos aferrarnos, por tal de salir vivos del naufragio, a algo que suele ser nuestro imaginario. Es como si en el momento del brote psicótico se priorizaran hasta el extremo ciertas creencias -entiéndase creencia también como fantasía-, transformándolas en certezas, como forma de arreglar los problemas que se suceden en nuestro entorno. No conozco a nadie (y mira que de locos conozco legión) que no identifique un hecho vital como detonador de su o sus brotes. Pondré un ejemplo que me resulta clarificador. Un nikosiano al cual admiro por su sentido del humor, su capacidad de esfuerzo, su gusto musical y su sencillez cometió el tremendo error de ganar una partida al ping pong a un superior en la mili y para más inri celebrarlo. Resultado seis días de calabozo. Durante esos días mi buen amigo y compañero reflexionó sobre el hecho y llegó a la conclusión de que allí no encajaba, que como le habían dicho era un blando, que quizás era medio marica -como también le decían- porque tenía la piel fina y delicada. Su decisión ante tales realidades que escapaban de su respetuosa comprensión fue rajarse la frente para dejar de parecer un marica. Así, pensó, podría encajar dentro de aquel absurdo que estaba viviendo y podría ser por fin aceptado. Sería como ellos. El diagnóstico no tardó en aparecer. Pero me resulta interesante que si sustituyes a militar cabrón, por amigos desconsiderados, padres castradores, profesores o jefes deleznables, banqueros hijos de puta, etc. Casi siempre hay una especie de verdugo social esquizofrenógeno que provoca una situación de naufragio, en la que el delirio se presenta como salvador. Quizás ahora pensareis que mi amigo era hipersensible, que no analizó como es debido la situación, que lo que tenía que haber hecho era bajarse los pantalones y dejar que le siguieran enculando durante el resto de la mili (demostrando así que su presunta homosexualidad era real). A todos aquellos que penséis estas posibilidades, os invito a hacer un análisis crítico sobre los abusos de poder sean del tipo que sean. Porque ya que hablaba de naufragios, hasta el Titanic encontró en su camino un obstáculo que no pudo salvar. Instalarse en la certeza es muchas veces una forma desesperada de adaptarse a situaciones desesperadas, y es necesaria mucha lucidez y sobre todo mucho apoyo del bueno, del comprensivo, del respetuoso, del cariñoso, para salir del doble y oscuro calabozo en el que nos metemos, después de salir del que nos han metido los otros. 

Don Vicente Magro, magistrado de la audiencia de Alicante, justificaba su propuesta para el Tratamiento Ambulatorio Involuntario como un método de evitar ingresos de puerta giratoria. El buen hombre (y lo de bueno es un decir) piensa que con medicación forzosa, los locos dejaremos de ingresar. En el lado opuesto está Chus Gómez, directora del Hospital psiquiátrico de Tohén, la cual en la mayoría de los casos en que un paciente le pide el alta ella accede, con la condición de que el paciente acuda a ella si se encuentra mal. Para Chus el hecho de que el paciente confíe en ella es lo más importante, hace posible Otra psiquiatría, otra forma de practicar la clínica psiquiátrica. El tema está en que los unos y los otros vuelven, porque el problema, el germen del problema no está en la institución sino en lo que hay fuera. Lo que hay ahí fuera hace que nos enroquemos en el aquí dentro (certeza psicótica) y que ésto nos impida avanzar porque izados los puentes levadizos no dejamos entrar ni al repartidor de leche. Otra cosa son aquellas personas que se sienten bien con su rol de enfermo. Y el hecho de que se sientan bien viene no de que vayan a mejor, sino de que a partir de su posición hacen y deshacen a su gusto, manejan la vida de su entorno convirtiéndoles en meras comparsas o marionetas de su voluntad sufriente. Estos enfermos totales reciben una perversa ganancia de su malestar y de esta forma lo perpetúan, no vaya a ser que alguien les diga que están curados y se muera la gallina de los huevos de oro.

Y con esto acabo que parezco más torrijas que algunos lacanianos en día de congreso. Al menos me he quedado a gusto. ¿Será esto lo que llaman el goce en el lenguaje?

8 comentarios:

Miguel dijo...

Gracias por la cita compañero.
He empezado a escribir un comentario,.. pero es muy extenso, así que lo pondré como entrada...
Un abrazo.

pere dijo...

me parece que el tema no lo agotaremos en un par de posts, y eso que cuando sueltas verdades, te salen a borbotones !!
entre otros tocas un aspecto que nos afecta a todos y quizá valga la pena profundizar, es eso que Bert Hellinger llama 'la necesidad de formar parte del grupo' y que se trabaja con constelaciones familiares etc.; pero se trata de una fuerza que actúa en todos los ambientes.
por otro lado aunque 'LA VERDAD' sea inasible e inalcanzable, perseguirla y acercarse hace sentir a uno como más 'real' ¿verdad?
un abrazo colega,

Raúl Velasco Sánchez dijo...

Espero impaciente ese post Miguel.

Y Pere no sé si la palabra "real" es la más adecuada, pero mola que te cagas (con perdón). jejejejeje

Abrazos pa los dos!!!

Anónimo dijo...

Joer, sin palabras me has dejado una vez mas.
Abrazos.
Jesús Castro.

Raúl Velasco Nikosia dijo...

Jesús, tú sin palabras? va chacho va!! A otro con esa milonga!! Fijo te estas reservando pa Lanzarote jejejeje

Abrazos!!

Jony Benitez dijo...

....al fin y al cabo no hay problema que no se solucione con un amigo y un buen litro de certeza, con certeza quiero decir eso que se impone y se decanta sobre el ser como la solución a una pregunta no realizada. esa certeza de la que no se habla porque sino no sería certeza.
gracias a dios de esa no hablas.

abzs

PD felicitaciones a los premiados

Raúl Velasco Sánchez dijo...

Johnny tio no se si es por la calor, por haber dormido poco, o queseyó, pero no entiendo lo que me quieres decir. Suena de puta madre lo que has escrito, pero... no se resuena en mi cabeza tu definicion de certeza y lo unico que oigo es el eco por respuesta.

Abrazos my friend!!

Anónimo dijo...

No espera, que la fracesita de "Felicidades a los premiados" me suena de algo, y por la zona norte....Jajajjaja, ningún problema amigo Jony. Dales un saludo a Antonio y compañia. Estaré encantado de departir sobre cualquier tema cuando quieran...
Abrazos.
Jesús Castro.
Administrador de Loterías y Apuestas del Estado.